El intérprete puertorriqueño Bad Bunny será la estrella del show del medio tiempo del Super Bowl 2026, que tendrá lugar el 8 de febrero en el Levi’s Stadium de Santa Clara, California. El anuncio, hecho por la NFL, Apple Music y Roc Nation, sigue a una histórica serie de conciertos en San Juan que destacó su capacidad de atraer multitudes y su profundo impacto cultural. Este acontecimiento reafirma la proyección global de la música en español y coloca a Benito Martínez Ocasio en el escenario más visto de Estados Unidos, transmitiendo un poderoso mensaje cultural y político.
La elección de Bad Bunny se produce después de su exitosa residencia “No me quiero ir de aquí” en el Coliseo de Puerto Rico. Durante 31 fechas, el artista atrajo a cerca de medio millón de personas y generó un impacto económico estimado en más de 700 millones de dólares para la isla, contribuyendo hasta un 0,25% a su PIB durante el evento. El espectáculo no solo fue un éxito comercial, sino también una celebración del orgullo boricua, con asistentes portando pavas (sombreros de paja tradicionales) y referencias constantes a la cultura local.
El espectáculo del entretiempo del Super Bowl, con una duración que varía entre 12 y 15 minutos, será un hito importante para la cultura latina. Bad Bunny ya participó en 2020 junto a Shakira y Jennifer López, pero ahora, como figura principal, representa una era en la que los artistas latinos no necesitan cantar en inglés para lograr fama mundial. Su elección se considera tanto obvia como intrigante para la NFL: incorporar a uno de los artistas más destacados del mundo que comprende que la globalización implica adoptar lo local.
La decisión incluye elementos políticos. Bad Bunny ha sido un crítico explícito del exlíder Donald Trump y sus políticas sobre migración. En una entrevista reciente con i-D Magazine, manifestó su inquietud respecto a las deportaciones masivas de latinos, indicando que el miedo a las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) fue uno de los motivos por los cuales no extendió su estancia al territorio continental de Estados Unidos.
Estas opiniones han provocado respuestas variadas. Aunque comentaristas de línea conservadora como Benny Johnson lo han tachado de “militante contra ICE”, otras celebridades del entretenimiento como Bruno Mars y Jay-Z, quien es el creador de Roc Nation, han aplaudido su decisión. Jay-Z resaltó en un aviso que lo que Bad Bunny «ha logrado y sigue logrando por Puerto Rico es verdaderamente inspirador».
El precedente lo sentó Kendrick Lamar en el Super Bowl 2025, cuyo espectáculo fue un profundo comentario sobre la raza y la identidad en Estados Unidos. Se espera que Bad Bunny siga un camino similar, utilizando el escenario para tejer mensajes sobre la autonomía de Puerto Rico y la experiencia latina, como ya hace en canciones como “El apagón” o “LO QUE LE PASÓ A HAWAii”.
En su estadía en la isla, el artista actuó junto a gigantes como Marc Anthony, con quien cantó en dúo “Preciosa”, una canción no oficial de Puerto Rico que hace referencia a su historia colonial y resistencia. La oportunidad de que incluya a artistas de igual magnitud en el Super Bowl genera una capa adicional de anticipación sobre los mensajes, claros o sutiles, que optará por transmitir al mundo desde el escenario más destacado de la televisión.